Luis Vacazur, el empresario minero millonario y de origen colla: “Si vienen de afuera y hacen negocios ¿Por qué nosotros no?”
“Soy hijo de papa logístico y papá minero. Soy de origen colla, de San Antonio de Los Cobres. Mi papá tuvo un accidente con el camión y en un juicio le quitaron el camión y el salar, y otro en Salar del Rincón lo cambió por mercadería. Nos quedamos en la calle”, comenzó relatando Luis Vacazur en El Murishow. Es el presidente del Grupo GVH y socio fundador de la Cámara de Proveedores Mineros de la Puna, conformado por pueblos originarios hace unos días fue destaco por la revista Forbes.
“Bendecidamente, estamos arriba del litio, y eso nos generó la oportunidad de volver a arrancar”, resaltó sobre sus inicios en 1998 en lo que se convirtió en una exitosa venta familiar. Relató sus viajes a grandes congresos de minería en Canadá y otros lugares del mundo o su lucha por la ley de Compre Local; “hoy 600 proveedores registrados están inscritos en la secretaría de minería y eso nos dio un proteccionismo salteño”, aseveró. Consultado sobre su formación académica, respondió: “Me formé en la universidad del hambre y la necesidad. Tengo séptimo grado”.
“El cacique del pueblo decía no a la minería y que se llevan todos (…) El originario viene con ese fantasma de la minería como esclavitud, después vino la minería de los 90. Hoy la minería del siglo XXI ha cambiado: un minero cobra lo que un trabajador en el banco; los campamentos son hoteles de tres estrellas; hoy hay normas de seguridad. Es decir, avanzó”, reflexionó.
Sobre la creación de la cámara, habló de los debates que surgieron en ese momento: “Ni locos nos vamos a pelear con las empresas mineras, pero vienen los de afuera. Hacen negocios ¿y nosotros no? Vamos a terminar como siempre: lavando copas o haciendo pizzas. También somos soñadores”.
En San Antonio de los Cobres viven 8 mil habitantes, de los que 1300 eran desocupados, “teníamos millones de dólares en inversión de litio y desocupados”, advirtieron. Analizó los modelos de la minería en distintos puntos del mundo como Qatar o Antofagasta de la Sierra para visualizar cómo pueden crecer los pueblos gracias a esta industria. Hoy de esos 1300 desocupados, 900 ya fueron contratados gracias a una bolsa de empleo que impulsaron desde la Cámara.
La Cámara impulsó la formación profesional, la articulación con AFIP y la DGR. “Estamos pensando en el desarrollo”, sentenció.