El agresor que hace meses irrumpió con un machete en Villa Esmeralda vuelve a atacar en la Escuela Técnica Maury
La Escuela Técnica “Ingeniero Maury” ha vuelto a ser escenario de actos de violencia juvenil, encendiendo las alarmas en la comunidad educativa y la localidad. Rafael Sángari, Director de la institución, abordó la problemática en una entrevista con el programa “El Murishow”, calificando estos hechos como “recurrentes” y señalando que la situación ya “deja de ser un asunto institucional y pasa a ser algo de todo el pueblo.”
La preocupación se intensificó tras el violento ataque sufrido por un alumno la semana pasada. Sángari relató que un muchacho fue abordado al salir de la escuela por un grupo de jóvenes que “lo golpearon en distintos lugares del cuerpo, con cortes”. Afortunadamente, el director confirmó que el estudiante ya se encuentra de regreso en la escuela y con buen estado de salud.
No obstante, esta agresión se suma a una lista de incidentes que, según el Director, vienen ocurriendo “hace más de una década”. Los daños a la propiedad incluyen la rotura de faroles, cercos perimetrales y la aparición de carteles amenazantes.
Sángari vinculó directamente estos actos de vandalismo y violencia con una denuncia previa de la escuela: “Creemos que tiene que ver con la denuncia que hicimos en alguna ocasión por venta de drogas.”
El tema de las adicciones es, para la comunidad educativa, la principal preocupación. El director reconoció que son conscientes de “lugares del pueblo donde se da consumo de drogas” y que el rol de las escuelas se ha ampliado para “atender a los chicos que están en el alcoholismo y la droga.”
Tras la golpiza al alumno el pasado jueves, el Ministerio de Educación se puso a disposición para trabajar con la familia del joven. Además, el personal directivo ha coordinado acciones con el Ministerio de Seguridad para aumentar el control: “se solicitó que los monitoreos policiales a las salidas de clases sean más prolongados y frecuentes”, y agregó que “la comunidad de padres se está organizando para cuidar a los chicos a la salida de la escuela”.
El caso subraya la necesidad de una intervención coordinada y más efectiva que trascienda la institución educativa para abordar un problema de seguridad y salud pública que afecta a la juventud de Campo Quijano.
