Convenio municipio AMT: Benavidez cruzó a Assennato y Villada a Durand
La crisis nacional repercute fuerte en todos los rubros y las provincias ajustan subiendo tarifas y menguando servicios. Tal es el caso del transporte en Salta que, por falta de federalismo, vuelve al centro de la escena en una discusión que anuncia la llegada de nuevas áreas metropolitanas, sin que la única que hoy existe funcione en armonía.
La cámara de senadores revisará pronto la media sanción que obtuvo en diputados el proyecto del poder ejecutivo para crear nuevas áreas de transporte en el interior, y hasta el momento nadie introdujo en la conversa el estado calamitoso y de descontrol del sistema de taxis y remises que reina en el área metropolitana que tiene a Salta como cabecera.
El convenio que existía entre el municipio capitalino con la Autoridad Metropolitana de Transporte para el control del sistema impropio se venció en diciembre de 2023 y el manejo del mismo recayó nuevamente en la intendencia de la capital.
Así lo confirmó el ministro de gobierno, Ricardo Villada, que en dialogo con el periodista Daniel Murillo, sostuvo que dicho convenio está vencido y por lo tanto tiene sus efectos suspendidos. “Sería bueno saber qué decisión política va a tomar el intendente Emiliano Durand“, sostuvo el ministro y reveló que para el gobierno provincial sería un alivio que la municipalidad retome sus facultades y se haga cargo de lo que hoy es una papa caliente.
En suma, se desata la polémica de por qué la AMT suspendió supuestamente la entrega de licencias a raíz de la finalización del acuerdo con el municipio, pero le sigue quitando los vehículos a los taxistas y remiseros en controles que, según una ex concejal, son completamente ilegales.
Paula Benavidez, ex concejal y dirigente de Salta Intependiente, salió al cruce de las declaraciones del secretario de tránsito, Matías Assennato que afirmó: “el convenio está caído, pero hay una prórroga tácita”. “La prórroga tácita no existe. Si el convenio cayó, los controles de la AMT desde diciembre son ilegales”, aseguró Benavidez.
Mientras, miles de trabajadores del volante siguen sometidos al negreo que avala el estado en todas sus facetas. Las licencias para trabajar están acumuladas en una decena de manos y los dueños de las remiseras le cobran a los trabajadores el derecho a salir a la calle a buscarse el pan. AMT los ampara.