“¡Son ignorantes!”: Seaboard secuestró y entregó 300 vacas de pequeños productores con el aval de una abogada proteccionista

Mabel Aparicio, pequeña productora rural de Orán, perdió todo. Las vacas que alimentaban a su familia y garantizaban su subsistencia fueron secuestradas por la policía rural y, sin notificación judicial ni trámite legal alguno, entregadas por una ONG a terceros. El operativo se realizó en conjunto con la empresa Seaboard, conocida localmente como Ingenio El Tabacal.
“Yo le rogué de mil maneras, le pedí una vaca para mis nietos, para la leche, aunque sea… y me trató de ignorante, de bruta. Dijo que no podía hablar con nosotros porque no tenemos estudio”, relató Aparicio, refiriéndose a Carmen Céspedes Cartagena, referente de la ONG protectora de animales La Pas.
Según el testimonio de Aparicio, la situación comenzó en febrero, cuando vacas de al menos cinco familias —alrededor de 200 animales— cruzaron al predio del ingenio por falta de alambrado perimetral. “Nuestros animales se pasaron porque ellos no saben que no tienen que cruzar. Como no hay alambre, se fueron. Están delimitados por las cañas”, explicó.
La respuesta del ingenio fue el secuestro de los animales, realizado con participación de la policía rural. Sin mediación, sin notificación previa y sin intervención judicial efectiva, los animales fueron encerrados en corrales clandestinos montados en medio de los cañaverales.
“Estaban muertos de sed, de hambre. Las vacas parían y los terneritos se morían por la falta de comida, de agua. Las tenían en el barro hasta las rodillas”, denunció Aparicio. A través de redes sociales, las familias se enteraron de que sus vacas estaban siendo “dadas en adopción” por la ONG, bajo el lema “Adoptá una amiga”.
El operativo incluyó la entrega de animales a una finca en Tartagal llamada Los Álamos y a productores de Pichanal, sin que los dueños originales fueran informados ni tuvieran acceso a los animales ni a la documentación correspondiente.
“Nosotros estábamos dispuestos a hacernos cargo del alambrado, pero no quieren. Creo que están usando tierras fiscales para lucrar. La mejor solución que encontraron fue hacernos desaparecer”, sostuvo la mujer.
La situación escaló cuando uno de los hijos de Mabel intentó recuperar las vacas. Fue detenido y pasó 21 días preso. “Lo hicieron aceptar que había entrado a robar para que le dieran la libertad. Ahora tiene una condena de tres años y no puede acercarse a sus propias tierras”, denunció la productora.
Un camión con 32 vacas fue detenido por SENASA en la ruta 81: no contaba con la documentación correspondiente. “Lo único que tenían eran papeles de la ONG. No eran los dueños. No podían sacar esos animales”, sostuvo.
La fiscal de Pichanal, Sofía Fuentes, habría intervenido personalmente para liberar el camión, acompañando a Céspedes Cartagena en plena madrugada, según denunció Aparicio. Hasta ahora, ni la justicia ni las autoridades locales dieron respuesta alguna.
“Me dejaron sin nada. Estoy muy mal, señor. Mis nietos, mis hijos, ¿cómo seguimos ahora?”, dijo. La mujer pide que intervenga algún funcionario, diputado o defensor para que los animales sean devueltos y se investigue la responsabilidad de la empresa, la ONG y la justicia local.